No hay mejor medicina que una sonrisa, y nuestros estudiantes del Comité SCORP lo saben muy bien. Con batas blancas, pinceles en mano y corazones enormes, se fueron directo a donde más se necesita: el Hospital Viedma
Jugaron, pintaron y contaron cuentos. No curaron con medicamentos, sino con tiempo, ternura y compañía. Porque la salud también se construye con amor y empatía
Cada risa fue un regalo, cada abrazo, una promesa de humanidad. Nuestros futuros médicos nos mostraron que, además de conocimientos, llevan esperanza en sus mochilas
Esta visita fue organizada por la Sociedad Científica de Estudiantes de Ciencias de la Salud, y reafirmó que estudiar Medicina también es aprender a ser humanos
¡Gracias por pintar sonrisas! Porque no hay vocación más poderosa que la que se vive desde el corazón. Sigamos haciendo la diferencia desde donde estemos